Viejas mis manos toman pluma y papel, para dibujar jóvenes letras que alegren tu alma, plasmando memorias de aquellos días cuando nuestras sonrisas iluminaban cada rincón de los sitios que visitábamos, envejecieron aquellas carnes victimas del deseo en cada noche que pasamos juntos, olvidamos tantos perjuicios y reglas absurdas, te sonrojaste tantas veces y te ame sin limites, pero este amor no envejece, vital como nunca vive en nuestras almas.
Cierro los ojos y vuelvo a la juventud, me desprendo de esta piel arrugada para volar a tus brazos, tantos años recorriendo los mismos caminos y eligiéndonos de nuevo cada día, ahora el espejo del baño es enemigo de nuestra vanidad, el mejor reflejo que tenemos es el que viene de nuestros ojos.
Ahora pagando el precio de la juventud con mi cuerpo, ves como voy perdiendo mis fuerzas para correr, para danzar, para caminar, pero sabes que aun tengo fuerzas infinitas de amar y aun después de muerto seguirá vivo este amor que nos ha mantenido unidos por tantos años.
Las manecillas del reloj giran en contraposición a nuestro tiempo de vida, la cuenta regresiva cada vez se aproxima más al limite y yo no me siento listo para dejar esta vida, porque tú eres mi vida y no te quiero dejar, los movimientos pausados de mis manos aun son caricias en tu cabello, mis labios aún son aventureros en tu piel y mi respiración aún se acelera a mas no poder cuando me hablas al oído, este viejo cuerpo ya no rinde al nivel de lo que siento y lo siento tan fuerte como lo sentí en el ayer, te amo…
