Amor
mío, te extrañarás de que te escriba esta noche, pero como no escribirte antes
de morir, como evitar el adiós que por agradecimiento te debo, mil sonrisas se
dibujaron en mi rostro por tu culpa, los suspiros fueron mi lenguaje por largos
y hermosos meses, sí es cierto, hubo momentos difíciles, pero ninguno como este
adiós que te debo por agradecimiento,
soñé en cada uno de tus besos y diste calor a mi piel en un millón de noches
frías, sí es cierto, hubo momentos difíciles, pero ninguno como este adiós que
te debo por agradecimiento, mi alma voló al infinito cada vez que tomaste mis
manos entre las tuyas y mis palabras se volvieron silencio por tu voz, sí es
cierto, hubo momentos difíciles, pero te pregunto, ¿alguno como este y será de
verdad este el último adiós?, a veces pienso que no es así y que al verte una
nueva sonrisa dibujara nuestro mañana juntos, pero no estás para mí y no estoy
para ti, solo está esta soledad que nos abraza y los sueños rotos, lejos como
siempre y olvidados como nunca. Recuerdo cada una de las veces que contemplé tu
sueño, sumisa, tranquila, en paz, eras perfecta en ese entonces, porque estabas
allí en calma sujetada a mi brazo y plenamente confiada de estar a mi lado, sí
es cierto, hubo momentos difíciles, grité y gritaste, lloré y lloraste y aun te
amo pero me olvidaste y ahora pienso, ¿acaso hubo un momento más difícil que
esté adiós que te debo por agradecimiento?
