Sin el sonido de tu melodiosa voz, pero con las miradas envolventes de tus ojos, encuentro belleza en los ratos que mirándonos callamos, aquel instante que detiene el tiempo de cada reloj y no tiene espacio en el calendario, pues al ser único e irrepetible, desaparece del contexto real, convirtiéndose en una fantasía, una fantasía junto a ti, un bello silencio.
Cuando callamos y fijamente nos miramos, los problemas no existen, las angustias desaparecen, la tristeza deja su ser y solo conocemos la felicidad, en un lapso de tiempo que sin palabras pareciera incomodo, pero que en realidad es un lenguaje puro de amor, es un bello silencio.
Aun cuando no escuchemos nuestras voces, podemos escuchar el palpitar de nuestros corazones, que en su constante latido, pronuncia de manera sin igual la palabra amor, no rompemos el silencio, porque en las miradas encontramos calma perdiendo cualquier temor y solo puedo pensar, que bello silencio.
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